Este estanque… En la vida.
A estas alturas muchos pensaban ya que no volveríamos a
deleitarnos con una paleta y un buen carretillo de masa. Pues no, os
equivocabais, pues en el fondo, nuestra civilización se asienta en pilares tan
básicos y simples como el buen cemento, sin un buen sellado de estanque no habrá
agua, si no hay agua, no hay vida.
Eso le pasa a nuestro primer estanque, que ya está pendiente
de arreglo, pues la presión de todo el año le hizo mella, la presión y aquella
maldición que desenterramos del lodo milenario.
Sea como fuere hay otros lares, otros estanques, otros
huertos, y hoy visitamos el de un gran amigo y también compañero de debates
huerteros, el ilustre Julián Cayetano, Juli, entre nosotros.
En una finca de la que se hace cargo, y que ha remozado por
completo, con una buena limpia, y el mantenimiento diario ha logrado sacar
adelante un rancho que crece poco a poco.
Pero este rancho no podría sustentarse sin el líquido
elemento, la gloria y la grandeza del agua, así que Juli ha tenido que tomar
medidas, y vaya si lo ha hecho, primero en una lucha encarnizada contra el peor
de los enemigos de las paredes, LA HIEDRA, varias jornadas le llevaron al buen
guerrero acabar con un bastión de hiedra que se hizo cada vez más fuerte con el
paso del tiempo.
Pared limpia, suelo limpio, muchas fugas.
Como vais a ver, un estanque totalmente distinto al de
Fuente del Prado, el agua mana de abajo. Por lo que la pared no se puede lucir
en profundidad, Juli tiene un AS en la manga, ¿Quieres verlo?
Dentro Vídeo.
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