Pasan los meses y en las dos parcelas las cosas van muy avanzadas como podréis ver en nuestro especial, "De todo un poco", pero antes de eso, hay que poner atención a las entradas, siempre y como dijimos en capítulos anteriores, carta de presentación al mundo de las hortalizas.
Este portao, el segundo, en fuente del Prao, era una obra muy necesaria, pues el poyo de abajo no va a ser utilizado para la siembra pero sí para el aprovechamiento de los caballos, animales que comen hierba, y "cagajones" que se convierten en estiércol natural para nuestras plantitas.
Esa es la intención, preparar los accesos para que los huéspedes estén cómodos durante su estancia en este espacio de comida rica para caballerías.
La hiedra, otra vez, se cruza en nuestro camino, y la lucha es intensa, pero con paciencia y tesón al final tenemos buenos resultados y quedan las cosas bien hechas.
Lo último será cerrar con unos palos la parte que accede al poyo de arriba, "el de la siembra" y estará finalmente listo.
Pero mejor que veáis...
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